jueves, 5 de julio de 2012

EDUCACION EN EL HUMANISMO Y EN EL RENACIMIENTO


EDUCACION EN EL HUMANISMO Y EN EL RENACIMIENTO

El mito se formó de una edad de oro revuelta contra la barbarie, de una edad nueva, resplandeciente de luz civil e inspirada en el mundo greco-romano, contra las tinieblas en las que la humildad se había sumergido en la edad de los groseros godos medievales.
 En esta época estaba en crisis la autoridad política y religiosa del imperio y de la iglesia, y un nuevo espíritu tendía a demoler, cada vez con mayor furia en el terreno de la razón, el valor científico de la biblia, de la escolástica y de Aristóteles.
En efecto, a pesar de recurrir siempre a San Agustín y a la mística, la educación clásica, tan cortejada por él como por Salutati y Bruni, está fundada totalmente sobre una actitud esencialmente humana.
Los científicos y filósofos del renacimiento adoptan una actitud contra los doctores de memoria que se consume sobre los libros de los demás y no saben levantar los ojos hacia las mismas obras de la naturaleza.
Se vuelve a aceptar el programa educativo del orador romano, sobre el que Cicerón y Quintiliano habían razonado tanto, la gramática y la retórica, la historia, la poesía, la filosofía, la filología y la elocuencia.
Las renovadas exigencias del propio espíritu. La exaltación del individuo que confiado en sus fuerzas, trata de emprender el camino de la fama y de la gloria en cualquier campo, se evidencia también en la doctrina maquiavélica del estado, creación genial del príncipe, como en la observación de los hechos y en el ritmo vertiginoso de los descubrimientos geográficos.
La educación humanista era esencialmente formal: la mecánica repetición de la lógica decadente era sustituida por la alegría de la libre interpretación de los clásicos, con lo cual se acrecentaba el gusto  y la sensibilidad estética del individuo de tal manera, que sus bases fueron sobre todo literarias e históricas.
                                       

No hay comentarios:

Publicar un comentario